1. Porque son seres humanos como nosotros: sienten, tienen anhelos, necesitan amar y ser amados, requieren ser respetados y sentirse productivos y reconocidos, tienen derecho a tener una vida de calidad presente y futura como la tuya y la mía.
2. Porque son personas que pueden integrarse a la comunidad si les brindamos los apoyos que necesitan, si les tendemos una mano para que puedan acercarse lo que desean, si les damos estructura para que realicen un proceso paso a paso, si les otorgamos el refuerzo social que necesitan como motivación, si nos convertimos en su voz para expresar a otras personas lo que piensan y quieren.
3. Porque nos han demostrado constantemente que aprenden y son más conscientes de lo que creemos de lo que sucede a su alrededor.
4. Porque podemos aprender de ellos a disfrutar la vida aunque se tengan muchos retos continuamente; a vivir el mundo de las pequeñeces y las cosas sencillas, y a ser felices sin grandes posesiones.
5. Porque la discapacidad no es responsabilidad sólo de la familia o la persona que la vive, sino que es compromiso de todos; se requiere que la sociedad y el Estado brinden soporte y apoyo.
6. Porque tener discapacidad intelectual es aprender con ritmos diferentes y relacionarse de manera diversa, no significa valer menos.
7. Porque apoyarlos significa “compartir lo que tenemos” y no “dar lo que nos sobra”.
8. Porque merecen que los tratemos con justicia, respeto y cariño, y no con lástima o compasión.
9. Porque en el encuentro nos enriquecemos; en la apertura y aceptación generamos la posibilidad de crecimiento y de convertirnos en seres humanos más completos e integrados en una sociedad más justa e incluyente
10. Porque ante la discapacidad, TU ACTITUD ES LO QUE CUENTA